Objetivo: Dar a conocer para qué sirve el magnetismo y el
electromagnetismo para elaborar un experimento, y sus diferentes significados.
Materiales:
Ø Tornillo de acero
de cabeza hexagonal de unos 5 cm de longitud con dos arandelas y una tuerca.
Ø Tornillo de cabeza
plana y punta afilada (afilarla) con su tuerca correspondiente.
Ø 10 m de hilo de
cobre esmaltado lijado en los extremos.
Ø Listón de latón de
7 cm × 1,5 cm.
Ø Cinta aislante.
Ø Fuente de alimentación
(12-15 V).
Ø Cables para
conexiones.
Ø Metales para
grabar: estaño (tiendas de manualidades), cobre.
Desarrollo:
Fundamento científico y desarrollo
En la época de Edison, los efectos
magnéticos de la electricidad empezaban a conocerse, y sus aplicaciones
suponían un reto constante para una mente tan activa y práctica como la suya.
Grabar en metal en un mundo en el que estos materiales eran la base del
desarrollo tecnológico era una necesidad hasta entonces lenta. Y Edison pensó:
hagamos un electroimán (enrollamiento con hilo de cobre esmaltado en torno a un
tornillo de acero y rematado en sus extremos por arandelas; el extremo del
tornillo en punta se enrosca en un palo de madera del grosor adecuado), de
forma que atraiga a la cabeza de un tornillo afilado en su punta que atraviesa
un fleje de latón.
Un extremo del cable del bobinado se une al fleje de latón fijando la conexión con cinta aislante, cinta que servirá además para unir el palo con el fleje, y el otro extremo se deja libre para unirlo a un polo de la pila o de la fuente de alimentación.
Por otra parte, el material de metal que se quiere grabar se conecta al otro polo de la pila o de la fuente de alimentación. Así, al tocar la punta del tornillo al metal que se desea grabar, el circuito se cierra, actuando como imán, de forma que atrae el tornillo, abriéndose el circuito. Cuando la distancia entre el tornillo y el metal es suficientemente pequeña, entre ambos se establece un arco voltaico capaz de «quemar» el metal, dejando la huella correspondiente. La repetición de circuito abierto-cerrado permite grabar, escribir en metal. Los rayos de las tormentas, los sopletes de arco voltaico y el timbre son extensiones de esta misma historia que se pueden trabajar en un aula.
A tener en cuenta: el fleje de latón no debe tocar el bobinado; y entre la cabeza del electroimán y la del tornillo puntiagudo debe haber unos pocos milímetros; para escribir no se debe apretar.
Un extremo del cable del bobinado se une al fleje de latón fijando la conexión con cinta aislante, cinta que servirá además para unir el palo con el fleje, y el otro extremo se deja libre para unirlo a un polo de la pila o de la fuente de alimentación.
Por otra parte, el material de metal que se quiere grabar se conecta al otro polo de la pila o de la fuente de alimentación. Así, al tocar la punta del tornillo al metal que se desea grabar, el circuito se cierra, actuando como imán, de forma que atrae el tornillo, abriéndose el circuito. Cuando la distancia entre el tornillo y el metal es suficientemente pequeña, entre ambos se establece un arco voltaico capaz de «quemar» el metal, dejando la huella correspondiente. La repetición de circuito abierto-cerrado permite grabar, escribir en metal. Los rayos de las tormentas, los sopletes de arco voltaico y el timbre son extensiones de esta misma historia que se pueden trabajar en un aula.
A tener en cuenta: el fleje de latón no debe tocar el bobinado; y entre la cabeza del electroimán y la del tornillo puntiagudo debe haber unos pocos milímetros; para escribir no se debe apretar.
Integrantes del equipo:
Ø Sergio Eduardo Hernández
Centeno
Ø Juan Carlos Cruz Ramos
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